lunes, 31 de mayo de 2010

Entre crisis y políticos

Pareciera que el político tuviera por oficio,
más que gobernar o dirigir una nación,
el tirarle los trastos de continuo a su oponente
o el sacarle los dientes y obtener el beneficio
de su partido, de su hacienda, su local o su razón.

Siendo, como es -o debiera ser-, persona
además de capaz, de suficiente integridad,
resulta curioso que no sea competente
para lidiar en el trabajo al lado de su oponente
y saber valorarlo con justa objetividad.

No quisiera, con esto, como tiran en la lona
arrojar mi toalla ante la adversidad,
pero tan poca fe me inspira aquél que, a diario
sigue demostrando ineptitud para gobernar,
como aquél que se dedica a poco más que despotricar
incapaz de ver nunca nada bueno en su adversario.


15 comentarios:

  1. Con un poco (o un mucho) más de mala leche, Quevedo en el siglo XXI :)

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  2. jeje, bueno, sólo ha sido un momento de desánimo ante el panorama nacional.
    Muchas gracias por pasarte, Fernando.

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  3. El mensaje está bien pero no es poético. Je, ahí tienes un reto, escribir algo poético que hable de políticos.... Agua y aceite.

    Pero es muy cierto lo que dices de la ceguera voluntaria que impone la línea del partido. Deberían estar más atentos a la razón de las cosas y menos a los intereses de su partido. Pero claro, es que ante todo, la política es una profesión, y el partido una agencia de colocaciones y de influencias. La corrupción es intrínseca al sistema, quizá sea posible (quiero ser optimista) mantenerla en límites tolerables, pero de ella no nos librará nadie, nunca. Quien se mete a político, es para entrar en una red de favores mutuos. Y si no, ya se encargarán de que no suba.

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  4. Lamentablemente cierto, JoseAngel.
    Yo creo que, tan acostumbrados estamos a que los políticos hagan "su política", que el día que se muestren corteses e imparciales unos con otros nos vamos a alarmar pensando que algo grave está ocurriendo.

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  5. Hola, Paula:

    te veo muy desanimada, como dices, ante el panorama nacional, y no es para menos. Hace mucho tiempo que lo vamos viendo, pero cada vez es más evidente: los políticos actuales apestan. No sólo los más visibles, sino todos aquellos que los siguen sin el más mínimo espíritu crítico, como si fueran hooligans de los campos de fútbol.

    Desanima, ciertamente, ver como Zapatero no gobierna y Rajoy no aporta nada; ambos son la personificación de la más baja calidad de la clase política que hemos tenido nunca como consecuencia, precisamente, del mismo modo de selección de esa clase política.

    Actualmente, los políticos (y Zapatero es el mejor paradigma) nacen en las juventudes de sus partidos, crecen, viven y se reproducen a través de un proceso natural de ir ubicándose dentro del aparato del partido. Zapatero es una persona que, además de ser un político profesional, no conoce idiomas; además, es una persona que no ha estudiado nunca nada de política, economía o gestión, sino la capacidad de cómo colocarse en el mejor lugar para llegar al mejor sitio; pero su bagaje cultural, de conocimientos de economía y de gestión es cero; por lo tanto, lo que hace es aplicar sus propios métodos, que no son más que supervivencia política, declaraciones metafísicas y ampulosas y populismo. No es que sea una persona malvada o que busca su propio beneficio, lo que ocurre es que no sabe hacer otra cosa porque es muy malo. Tenemos una casta política infame que lo que está produciendo son ejemplares como Zapatero o Rajoy.

    Al final, por culpa de mantener en el poder a un inútil que lo único que ha hecho hasta el famoso tijeretazo es quedarse de brazos cruzados durante años pensando que el futuro le resolvería el problema y mirar con sonrisa beatífica y esperar que el cielo se abra, Zapatero se está comiendo todas y cada una de las frases que ha ido diciendo estos años pasados, cosa que a mí me parecería inocuo si no fuera porque nos ha causado un daño irreparable y un dolor inmenso a millones de familias que están en el paro. Este hombre es un incompetente, un incapaz y un frívolo.

    Como podrás ver, Paula, me tienen bastante hartos los políticos (y no sólo porque me hayan bajado el sueldo), pero no quiero hablar extenderme más en este asunto porque menudo tocho te he soltado y no quiero ensuciar un blog tan bueno como éste.

    Espero con mucho interés nuevos textos tuyos.
    Un beso, Paula.

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  6. Eleuterio, tu aportación siempre es bien recibida y además enriquecedora. Veo también que mi desánimo no es el único. Y no es que sea una entendida, pero no me da la impresión de que recortando sueldos, ayudas y gastos públicos (lo que conlleva una inevitable pérdida de empleos) se fomente la circulación de dinero, que es, al fin y al cabo, lo que hace crecer la economía.

    En fin. A mí también me han recortado el sueldo. Espero que sea para bien.

    Un beso.

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  7. Eleuterio Fernández5 de junio de 2010, 7:26

    Y a ese recorte que mencionas de sueldos, ayudas y gastos públicos hay que sumarle en pocos días el aumento del IVA que, a largo plazo no sé si vendrá bien, pero a corto va a suponer un considerable estancamiento de la economía.

    Se pierde sueldo, se sube el precio de cualquier cosa que queramos adquirir, se eliminan ayudas y prestaciones para hacer frente a distintas situaciones... ¡bendito estado de bienestar!

    Un beso, Paula

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  8. Que sorpresa el cambio luminoso de tu página, Paula. En cuanto al tema en sí del poema, no es que no vean nada bueno en el adversario, es que no ven más allá de sus propios intereses personales. Yo no voto más. Besos.

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  9. Hola Fran. Sobre el nuevo aspecto de la página... bueno, es que antes estaba muy gris, pero como te dije, me gusta mucho la tuya y a lo mejor te la copio; sólo que en vez de gotas de lluvia pondría libros y pétalos.

    Sobre los políticos... la verdad es que me dan dolor de cabeza.
    ¿Votar? ¿Pa' qué?

    Saludillos luminosos.

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  10. Copia, copia, que luego me lo cobraré en carne jajajaja (esto lo puedes borrar, que no parece una broma)

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  11. es un patio de marujas con textos y charlas que no son capaces ni de escribir ellos...

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  12. Excelente definición, Adso.
    Aunque para ser justos también hay que admitir que a veces -pocas- hacen alguna que otra cosa medio bien.

    June, mil gracias por pasar. Intentaremos llevarlo lo mejor que se pueda (vamos, lo que se ha hecho siempre).

    Besos.

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  13. Si, llevas razón Paula; si es que este país no va, nunca ha ido. Siempre somos nosotros los que acabamos llevándolo. Tirando del carro mientras ellos ya no saben de que tamaño hacerse los bolsillos.
    Nada, por aquí, saludándote, buscando el fresquillo.
    Besines.

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  14. Jojo, qué alegría verte!
    Tienes toda la razón, los trabajadores siempre soportamos las cargas. Los recortes y las restricciones se dejan notar poco para los que están arriba. Pero nos queda el derecho al pataleo, algo que hace años ni siquiera se tenía.
    Quiero pensar que, poquito a poco, mejoramos -o es que soy incorregiblemente optimista-.

    Un beso.

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