miércoles, 4 de abril de 2012

Óleo sobre madera

Una toalla blanca
en la arena
blanca,
la blanca
agua
y el claro
cielo
y el sol,
que es sol
siempre.

La mochila
a un lado,
ligera,
el agua
y una fruta,
en la hora
más temprana
del primero
de los días
del verano.

Los juncos
de aire
y los pajarillos
verdes,
que caminan
a saltitos
que se mueven
curiosos
entre juncos,
entre aire.

No llevo
móvil
ni llevo
nada,
tan sólo
un libro
que no habla
si no quiero,
y una gorra
blanca.

Se oye
una bicicleta
mecida
suavemente
con el leve
traqueteo
de las rocas
del camino,
el que viene
hasta la playa.

Y un ala delta
tempranera
que no estorba,
que acompaña,
que se mueve
hacia lo lejos
en mi cuadro
hecho al óleo
sobre madera
blanca.