Sí. Señora. La consecuencia es la misma. Se escribe. Nadie que profese que una puesta de sol es el canon de belleza, admitirá como bello una lata oxidada en un estercolero. Y viceversa. El término me parece que es indefinible pero se le pueden aplicar desinencias. Es declinable. Cada uno indaga sobre lo que entiende como sublime. Yo siempre he creído que se escribe, se pinta, se concibe en definitiva, para constatarse antes los demás, y sobre todo, para confirmarse a uno así mismo, además, -ciertamente- de una búsqueda. La persona suele verter diversos flujos, multiformes secreciones fisiológicas. El arte o su aproximación, es una abigarrada supuración espiritual. El resultado de lo que se descubre, sea bello o no para el resto, son las horas quien finalmente, ejercen de jueces.
Es decir, que escriben haga sol o con nubes... ejem ejem. Supongo que así debería ser, pero ya se sabe... las vacaciones, la playa... las chicas en biquini... las chicas sin el biquini... En fin, que una cosa es tener qué y otra, hacerlo (pobres, los escritores).
Hay quizá una cosa que emparenta a la escritura con la religión: el miedo a morir. Como en Las mil y una noches, del miedo a morir nació el placer de narrar. La belleza que el escritor busca es de tipo estético, y, como dice Conde de Galzerán, puede ser una lata oxidada en el medio de un paisaje bucólico. De hecho esa lata es hermosísima, quizá inmortal.
Besos Paula y un abrazo a todos los que aqui postean
Nunca me había planteado la escritura como una vía de escape al miedo a la muerte. Puede ser. Sobre todo cuando compartimos lo escrito y otros lo leen, señal inequívoca de que aún estamos vivos. Sobre la belleza estética creo que es el fin último de cualquier acto creativo. ¿Hay algo más hermoso que crear belleza? Y ésta hay quien la encuentra, por ejemplo, en la lata que proponía Conde, o en algo tan intangible como una frase armoniosa y bien construida.
Sí. Señora. La consecuencia es la misma. Se escribe. Nadie que profese que una puesta de sol es el canon de belleza, admitirá como bello una lata oxidada en un estercolero. Y viceversa. El término me parece que es indefinible pero se le pueden aplicar desinencias. Es declinable. Cada uno indaga sobre lo que entiende como sublime. Yo siempre he creído que se escribe, se pinta, se concibe en definitiva, para constatarse antes los demás, y sobre todo, para confirmarse a uno así mismo, además, -ciertamente- de una búsqueda. La persona suele verter diversos flujos, multiformes secreciones fisiológicas. El arte o su aproximación, es una abigarrada supuración espiritual. El resultado de lo que se descubre, sea bello o no para el resto, son las horas quien finalmente, ejercen de jueces.
ResponderEliminarLos besitos de siempre, Paula.
Que el comentario sea más extenso y rico que lo comentado es siempre un halago.
ResponderEliminarMe alegra que estemos de acuerdo.
Un placer verte, Jojo.
Es decir, que escriben haga sol o con nubes... ejem ejem.
ResponderEliminarSupongo que así debería ser, pero ya se sabe... las vacaciones, la playa... las chicas en biquini... las chicas sin el biquini...
En fin, que una cosa es tener qué y otra, hacerlo (pobres, los escritores).
Besos.
Saludos, Fran. No era ése el sentido que quería darle, pero supongo que la definición tiene varias interpretaciones.
ResponderEliminarBesitos.
Hola Paula:
ResponderEliminarHay quizá una cosa que emparenta a la escritura con la religión: el miedo a morir. Como en Las mil y una noches, del miedo a morir nació el placer de narrar. La belleza que el escritor busca es de tipo estético, y, como dice Conde de Galzerán, puede ser una lata oxidada en el medio de un paisaje bucólico. De hecho esa lata es hermosísima, quizá inmortal.
Besos Paula y un abrazo a todos los que aqui postean
www.javierfarto.wordpress.com
Nunca me había planteado la escritura como una vía de escape al miedo a la muerte. Puede ser. Sobre todo cuando compartimos lo escrito y otros lo leen, señal inequívoca de que aún estamos vivos.
ResponderEliminarSobre la belleza estética creo que es el fin último de cualquier acto creativo. ¿Hay algo más hermoso que crear belleza? Y ésta hay quien la encuentra, por ejemplo, en la lata que proponía Conde, o en algo tan intangible como una frase armoniosa y bien construida.
Gracias por pasar.
Besos.
Visite www.lengua-libre.blogspot.com
ResponderEliminarFilosofía y otros males de menor importancia.
Gracias, Valentín, por pasar y por el enlace.
ResponderEliminarHe visitado brevemente tu blog. Es interesante y además agradable de leer.
Saludos.