jueves, 24 de abril de 2014

La inutilidad de la Gramática

Cuando Antonio de Nebrija presentó la primera Gramática de la Lengua española a la reina Isabel en 1492, ésta le preguntó para qué querían una gramática de una lengua que ya hablaban. Hoy, a los que estudiamos Filología Hispánica nos preguntan a menudo para qué sirve.

Dejar de lado las reglas de una lengua significa retroceder 500 años y asumir que nadie va a hablar ni escribir correctamente. Significa que no hay normas, con lo cual cada uno construirá las frases como mejor le convenga. Del mismo modo diferentes personas utilizarán diferentes grafías para un mismo sonido, atendiendo a sus costumbres o preferencias, y el sentido de lo escrito o dicho jamás podrá ser interpretado de forma veraz, pues los matices son muchos y la subjetividad, infinita.

Ni hoy ni ayer se le ha dado la suficiente importancia a la lengua como para contratar a un experto y asegurarnos de que lo que decimos es correcto. Incluso en medios de comunicación modernos se siguen viendo numerosas incorrecciones. Con todo lo cual se puede afirmar que estudiar lengua española en España es, a efectos prácticos y laborales, poco productivo. Pero que es absolutamente necesario, de eso estoy segura.


3 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Así es, Paula: nos corresponde conservar la llama, procurar que se mantenga encendida. Todo un acto de rebeldía.

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  3. Por mi parte estoy encantada, y así lo seguiré haciendo desde mi modesta posición.
    Un beso.

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