martes, 21 de julio de 2009

Equilibrio

Hoy soñé con un extraño
que no era ni más alto ni más guapo
ni más feo ni más bajo
sólo era un extraño
y en él me miraba
y me veía diferente
en un camino nuevo
y era más yo que nunca
y todo estaba en equilibrio
y al despertar ya no me dolías
y todo estaba en equilibrio

5 comentarios:

  1. Las grandes pasiones arrebatadas y con mucho apoyo y fascinación en el atractivo físico del 'compañero', suelen traer consigo desengaños en cuanto a la respuesta emocional del susodicho. En determinados momentos de la vida, creo que es preferible que el amante sea amigo además de 'partenaire' sexual. Sin embargo esto último no puede faltar nunca o nos encontraremos viviendo con una hermanita del alma y ya está.

    Fran.

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  2. Osú, osú... creo que a partir de ahora te pediré consejo cada vez que vaya a tomar una decisión importante :)
    En realidad cuando en el poema dice ni más guapo ni más alto, etc. me refiero a eso exactamente, a que el físico es lo de menos, tanto en referencia al extraño como al destinatairio del poema. Aunque llevas mucha razón respecto a la atracción hacia tu pareja. Tuve una vez una relación muy buena, en la que sin embargo había una gran carencia de atracción. Al final descubrí que tanto me daba que estuviera conmigo como que no.
    Cosas que pasan.
    Un beso, Fran.

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  3. jaja Pero si yo estoy más perdido que una cabra en un café. Se me da mejor la teoría que la práctica, me temo.

    Lo que es seguro es que la combinación de todo lo necesario para tener una buena pareja es difil, difil, que se de.

    Abrazos.

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  4. Paula, este pequeño poema tiene el mérito de su sencillez. Usas recursos de la literatura popular, como el paralelismo de los versos 2 y 3 (ni más...ni más), la repetición de la conjunción al comienzo de varios versos, ese verso que hace de estribillo (y todo estaba en equilibrio)... Todo ello ayuda a generar, precisamente, la idea de equilibrio formal que subraya el equilibrio semántico de que habla el "yo" del poema.

    Sí, la pieza es sencilla, pero por esa misma razón es interesante. Esos recursos de que te hablo permiten pensar en que es fácil poner música a la letra: la literatura popular siempre ha sido poesía cantada. Que el tema sea "intimista" y aluda a un sueño, no lo convierte en reducto de unos pocos. El desamor y la soledad son temas recurrentes en la literatura de todos los pueblos en todos los tiempos.

    El "yo" de este poema necesita verse en otro, ni más guapo ni más feo, pero en otro, para olvidar al interlocutor a quien se dirige en segunda persona (ya no me dolías). Como Machado, un clavo quita otro clavo. Es llamativo que el hombre o la mujer que habla en estos versos no sepa alcanzar el equilibrio en la soledad. Para ser "más yo que nunca", tiene que estar en la compañía de otro ser, aunque sea soñada.

    Posiblemente, pueda lograrse un poco más la musicalidad de este poema, trabajando el ritmo de los versos.

    Bien, Paula. Creo que la complejidad del tema está bien compensada con la sencillez de los versos.

    Me alegró una vez más leerte.

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  5. Muchas gracias Jaime. Cuando hice el poema quise que sonara sosegado, como esa sensación de equilibrio del que habla, por eso tu comentario me llena de satisfacción.
    Abrazos.

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